El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, decretó emergencia hídrica en la zona metropolitana, que comprende Montevideo, Canelones y San José, con el 60 por ciento de la población del país, debido a la preocupante escasez de agua potable.

Como parte de esta determinación, el Gobierno exoneró de impuestos a las empresas de agua envasada para atender al fuerte aumento de los precios registrados a partir del alto consumo por parte de la población.

«Acabamos de decretar emergencia hídrica para la zona metropolitana. Estamos exonerando de impuestos al agua embotellada. (…) En virtud de esta exoneración de impuestos suponemos que los precios tienen que bajar», dijo.

La emergencia incluye el anuncio de la construcción de un embalse y cañería en el río San José, una obra que demandará unos 30 días, según afirmó el propio mandatario este lunes en conferencia de prensa.

El mandatario informó además que el suministro está garantizado en hospitales, residenciales, centros de atención a la infancia y la familia (CAIF) y otras dependencias, mientras que se extenderá la entrega de dos litros de agua gratis por día a unos 21.000 beneficiarios de programas sociales.

La sequía en el dique del Paso Severino, en el departamento de Florida (centro sur), principal abastecedor de la capital, hace que las reservas estén en crisis, por lo que la empresa tendrá que distribuir agua del Río de la Plata, con alto nivel de salinidad.

En este sentido, Lacalle Pou indicó que se evalúa con los técnicos del Ministerio de Salud Pública (MSP) “hasta dónde es posible” elevar los niveles de sodio y cloruro del agua potable, con un pronóstico meteorológico que no prevé lluvias para los próximos días.

La estatal Administración Nacional de las Obras Sanitarias del Estado prevé que a fines de junio o principios de julio Montevideo y su área metropolitana se quedarán sin agua si no se producen precipitaciones de consideración.

La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)

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