Ahora sí, Piñera habló de una nueva Constitución
Al ver que las protestas no ceden y que la oposición avanzaba con agenda propia, el presidente de Chile aceptó el tema.
Primero el Gobierno de Chile dijo que la Constitución no estaba en la agenda de prioridades. Luego, la semana pasada, aceptó discutir reformas. Y finalmente, este martes a la noche, el presidente Sebastián Piñera habló de una nueva Carta Fundamental.
En el tiempo que va entre la primera y la última afirmación sucedió que cientos de miles de chilenas y chilenos se mantuvieron en las calles, se movilizaron, cumplieron huelgas, desafiaron el aparato represivo y mantuvieron sus históricos reclamos.
Al cabo de otra jornada de masivas protestas y huelgas y del contundente Paro Productivo, Piñera hizo este martes un llamado a todos los actores políticos y sociales a alcanzar tres grandes acuerdos para salir de la crisis: la paz que debe ser refrendada por todos los sectores; mayor igualdad de oportunidades y discutir una nueva Constitución.
«La grave situación que vive nuestro país desde hace ya cuatro semanas exige, y con urgencia, dejar de lado todas las pequeñeces, y actuar con la grandeza y el patriotismo que las circunstancias nos exigen, para poder completar estos tres grandes acuerdos», señaló.
El acuerdo por la paz, dijo, debe permitir “condenar de forma categórica una violencia que nos ha causado mucho daño y que se condene a quienes directa o indirectamente la impulsan o toleran».
«Un acuerdo por la justicia», agregó en segundo término, para «poder impulsar una robusta agenda social que permita avanzar hacia un Chile más justo y con mayor igualdad de oportunidades».
Por último, llamó a «un acuerdo por una nueva Constitución, dentro del marco de la institucionalidad, con una clara participación ciudadana, con un plebiscito ratificatorio para que los ciudadanos participen, no solo en la elaboración sino que en la última palabra en su aprobación, de la construcción del nuevo pacto social».
“Todas las fuerzas políticas y todas las organizaciones sociales, tenemos que hoy unirnos en torno a estos tres grandes urgentes y necesarios acuerdos nacionales», completó.
Antes de eso, en la introducción a su discurso tras una jornada tensa tanto en las calles como dentro de su Gobierno, Piñera se refirió a la violencia que se incrementó en la jornada de huelga.
Según admitió luego el presidente del partido Renovación Nacional (RN), Mario Desbordes, en la jornada se evaluó decretar nuevamente estado de emergencia, pero que finalmente se desistió de esta posibilidad.
Piñera anunció que el Gobierno querellará por la Ley de Seguridad Interior del Estado contra quienes promuevan, fomenten y hayan cometido actos de violencia y, además, adelantó la posibilidad de que miembros de Policía de Investigaciones (PDI) y carabineros que se hayan retirado recientemente puedan retornar a sus funciones para “fortalecer la labor de las fuerzas de orden”.
El anuncio del mandatario, pasada las 22 hora local, cerró una nueva jornada de reunión de ministros y de multitudinarias manifestaciones con varios disturbios y fuerte represión.
«La grave situación que vive nuestro país desde hace ya cuatro semanas exige, y con urgencia, dejar de lado todas las pequeñeces, y actuar con la grandeza y el patriotismo que las circunstancias nos exigen, para poder completar estos tres grandes acuerdos», agregó.
«Tenemos que empezar por el acuerdo por la paz, y aquí cada uno de nosotros tenemos que poner de nuestra parte, porque el acuerdo por la Justicia y por la nueva Constitución, no van a poder avanzar ni llegar a buen puerto», finalizó.
Por la mañana, el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Felipe Ward, reconoció ante la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados que “en principio el Gobierno había tomado la decisión política de participar activamente del debate constitucional” pero luego “nos abrimos a iniciar el debate para avanzar eventualmente hacia una nueva Constitución”.
“Esto, por supuesto, que marca un avance y una diferencia con lo que se había expresado hace algunos días en esta comisión”, concluyó.
También el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, confirmó el inicio de un proceso para avanzar hacia una nueva Carta Fundamental a través de un Congreso Constituyente y con plebiscito ratificatorio.
El Gobierno de Piñera se vio rodeado en sus acciones políticas. Por un lado, la constante movilización en las calles; por otro, el acuerdo alcanzado por partidos de oposición para retomar el proceso constituyente que dejó encaminado el gobierno de Michelle Bachelet.
Contundente muestra de fuerza en las calles
El llamado Paro Productivo Nacional convocado por la Mesa de Unidad Social y otras organizaciones fue contundente para empujar al Gobierno, al menos desde el discurso, de desechar su propuesta de “Congreso Constituyente” y comenzar a pensar en una Asamblea Constituyente.
La Mesa de Unidad Social cifró en dos millones las personas movilizadas en el país, con una adhesión a la huela del 90% en el sector público y un 60% del sector privado.
La presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, señaló que “esta movilización de hoy, que busca ser un ultimátum al gobierno, es clara y precisa. Es que no queremos Congreso Constituyente y que nuestra apuesta es construir una nueva Constitución vía Asamblea Constituyente”.
Figueroa coincidió en que se trata de “un ultimátum al Gobierno” porque “lo único que hemos escuchado por parte de la autoridad son vocerías respecto de los niveles de violencia y los niveles de acción”.
Luis Mesina, de la Agrupación No + AFP (cuya bandera es la eliminación del sistema previsional privado) advirtió que, si no hay respuestas contundentes, la Unidad Social analiza convocar a una huelga general indefinida.
El presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, sostuvo que “si no se programa un Plebiscito donde se consulte sobre la Asamblea Constituyente, nosotros no estamos dispuestos a avalar que se hagan preguntas sobre aspectos secundarios y no se pregunte sobre lo fundamental, que es cómo quiere la ciudadanía de Chile que se configure esta nueva Constitución”.
Mientras sucedían estos testimonios durante la huelga de este martes, el Gobierno diseñaba una respuesta que se conocería algunas horas más tardes, casi sobre el final de una jornada tensa para Piñera y sus ministros.
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