Alineado a Washington, Israel también abandona Unesco
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció que su país abandonará la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El anuncio fue hecho dos horas después de que Estados Unidos hiciera lo mismo con este organismo de la ONU con el argumento de que practica políticas «anti israelíes».
«Esta es una decisión valiente y moral, porque la UNESCO se ha convertido en el teatro del absurdo y porque, en lugar de preservar la historia, la distorsiona», dijo Netanyahu en un comunicado.
En rigor, Israel fue varias veces puesto en evidencia ante el mundo por parte de Unesco al denunciar las consecuencias de las políticas hacia los palestinos y la expansión en los territorios ocupados.
Lo mismo han hecho otras agencias de Naciones Unidas, como Unicef, la Comisión de Derechos Humanos y la Asamblea General, para plasmar con datos concretos la opresión que Israel aplica sobre el pueblo palestino.
Entre las denuncias de la ONU se anotan las consecuencias de los ataques militares de los últimos años que han matado miles de personas y han destruido escuelas, hospitales, viviendas e infraestructuras en la Franca de Gaza.
En octubre del año pasado Unesco aprobó un texto para «salvaguardar el patrimonio cultural de Palestina y del carácter distintivo de Jerusalén Este», que explícitamente reconoce la pertenencia al pueblo palestino de la Explanada de las Mezquitas, llamada por los judíos Monte del Templo.
Jerusalén Este es la parte palestina de Jerusalén ocupada desde 1967 por Israel y anexionada posteriormente al estado hebreo pese a que es reclamada por los palestinos con apoyo de muchos países.
Desde aquella votación del año pasado Israel suspendió su cooperación con la Unesco. En aquel momento 24 de los países miembros de Unesco votaron a favor del reconocimiento palestino, seis en contra y 26 se abstuvieron.
En su momento el ministro israelí de Educación, Naftali Bennett, acusó a esta organización de aportar un «apoyo inmediato al terrorismo islamista».
Otro antecedente importante fue la admisión de Palestina como miembro de pleno derecho dentro de Unesco en 2011, provocó la retirada de la financiación de Estados Unidos y la congelación de los fondos de Israel.
Washington era el primer contribuyente de Unesco al aportar 22% del presupuesto. La suspensión de aportes obligó a esta agencia de la ONU a reducir gastos y suprimir algunos programas.
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