Argentina: ola de xenofobia en el año electoral
Ignacio Díaz – América XXI
En un verano de poca actividad política dentro del oficialismo, resaltaron en la última semana dos medidas inéditas en el país, impulsadas por los gobernadores de las provincias de Jujuy (fronteriza con Bolivia) y Chubut, en la Patagonia.
El gobernador jujeño, Gerardo Morales (UCR, Cambiemos) impulsó y logró aprobar una ley provincial para cobrar la atención médica a los extranjeros en los centros de atención públicos y gratuitos.
La iniciativa llegó tras reiterados cruces con el gobierno del presidente boliviano Evo Morales y luego de un reclamo de “reciprocidad”, mediante el cual el gobierno argentino solicita que sus ciudadanos reciban atención médica gratuita en el país.
El problema es que en muchos casos los bolivianos deben pagar para recibir algunos servicios y tratamientos médicos, por lo que no corresponde que ciudadanos extranjeros accedan a mayores beneficios que la población nacional.
Por esta razón, muchos bolivianos viajan a la Argentina para recibir atención médica gratuita, algo que no es ninguna novedad en el país ni en la provincia y no representa un porcentaje muy elevado.
En Jujuy solo alrededor del 5% de las atenciones médicas gratuitas son recibidas por extranjeros, por lo que su impacto en el presupuesto provincial es mínimo.
A partir de ahora, los extranjeros que estén de manera transitoria en la provincia deberán pagar un seguro, algo que podría ser declarado inconstitucional y no tiene precedentes.
“No es venganza, son actos de justicia para personas extranjeras en tránsito que deberán sustentar su atención en salud”, declaró el diputado provincial de Cambiemos Marcelo Nasif. El bloque oficialista celebró una medida que consideran tiene apoyo local, luego de una fuerte campaña mediática para promoverla.
“El problema obsesivo del gobernador Gerardo Morales es con el presidente de Bolivia, Evo Morales, y es para generar una corriente de odio, porque acá sí hay discriminación”, respondió la legisladora del peronismo Alejandra Cejas.
En la Patagonia
En la provincia de Chubut, el gobernador Mariano Arcioni directamente por decreto decidió prohibir el ingreso al territorio de extranjeros con antecedentes penales o condenas que no estén firmes. Es dirigente de un partido provincial aliado con el PJ (peronismo) a nivel nacional.
Esta maniobra está apoyada en campañas de comunicación engañosas encabezadas por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, que instaló la idea falsa de que habrían crecido los delitos cometidos por extranjeros en el país.
El decreto de Arcioni plantea imponer “criterios de admisión y expulsión de los extranjeros” profundamente discriminatorios, que incluso afectan a quienes tienen procesos judiciales todavía inconclusos.
“El aumento del número de delitos está relacionado con la presencia en el territorio de ciudadanos extranjeros”, agrega el decreto sin dar un solo dato estadístico.
Según el gobierno provincial, en los últimos seis meses habría aumentado el ingreso de extranjeros a la provincia, provenientes de Venezuela, Colombia, Paraguay y Bolivia. “Los chubutenses no podemos permitir la delincuencia importada ni de ningún tipo en nuestro territorio”, dijo el ministro de Gobierno provincial.
Lineamiento nacional
Las medidas provinciales responden a un ataque orquestado desde el Ministerio de Seguridad de la Nación, encabezado por Patricia Bullrich. En la última semana una diputada de la alianza de gobierno, Elisa Carrió, dijo que la Ministra “por ahí se cree Bolsonaro” e intentó marcarle la cancha: “Nosotros no vamos a ser Bolsonaro” y ella “general prusiana no va a ser”.
En diciembre, cuando el Ministerio de Seguridad de Bullrich instaló un nuevo Protocolo para quitarle responsabilidades a las fuerzas de seguridad en cuanto a las situaciones en las que abren fuego contra presuntos delincuentes, Carrió dijo sin vueltas: “Nosotros no vamos a ir al fascismo”. Las declaraciones dentro del oficialismo exponen que un sector promueve medidas fascistas.
Bullrich llegó a decir sobre las políticas de Justicia y Seguridad: “Nosotros somos los maestros de las cosas que están haciendo en Brasil (el ministro de Justicia, Sergio) Moro y Bolsonaro”.
Pese a que el gobierno de Mauricio Macri intenta mostrar un apoyo a la inmigración venezolana, por otro lado se fomenta la xenofobia y la deportación de extranjeros, que también impulsan sectores de derecha del peronismo, que promueven la candidatura presidencial del exministro de Economía Roberto Lavagna.