Grupos armados sirios insisten con la caída del gobierno
Miembros de los grupos armados de la oposición siria que participan del diálogo de paz auspiciado por la ONU admitieron que seguirán luchando para que el presidente Bachar al Asad abandone el poder.
“Las facciones del Ejército Libre Sirio (ELS, uno de los grupos armados) han tomado la decisión de despojar del poder al régimen de Bachar al Asad y que participe en el proceso político”, dijo en Ginebra el coronel Fateh Hasún, de esa milicia.
En pleno proceso de diálogo convocado por la ONU dijo que el Gobierno sirio “no entiende otro idioma que el de la fuerza y el de las acciones militares”, por lo que justificó la continuidad de la lucha armada.
Grupos llamados “rebeldes” se unieron a formaciones extremistas para emprender ofensivas contra las fuerzas gubernamentales en los alrededores de la capital del país y en la provincia central de Hama.
Esta ratificación de los objetivos de los rebeldes echa por tierra cualquier intento de diálogo ya que al Asad y sus aliados consideran que el objetivo central es acabar con la guerra antes que acabar con el gobierno.
Wael Aluan, portavoz de la Legión de la Misericordia, una de las facciones armadas, admitió que las milicias boicotearon la última ronda del diálogo de Astaná (capital de Kazajistán).
Esas negociaciones fueron convocadas por Rusia, Irán y Turquía para intentar mantener el alto el fuego en vigor en Siria desde el 30 de diciembre.
Aluan argumentó que “faltaban garantías sobre el terreno” y reafirmó que “el alto el fuego es un elemento muy importante para la continuidad del proceso político”.
El jefe negociador de la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), Naser Hariri, fue más contundente aún cuando afirmó que “no podemos aceptar ningún papel de Al Asad o de sus afines de su régimen, ni en un periodo de transición ni en el futuro”.