Culminan las elecciones en Holanda
Mientras se esperan resultados oficiales, estimaciones a boca de urna dan la victoria con poco más de 20% al partido del primer ministro Mark Rutte y ubican al ultraderechista islamófobo Geert Wilders bastante por debajo de lo que anunciaban las encuestas. Así, el segundo lugar estaría disputado entre la fuerza de Wilderes, los demócrata-cristianos y el partido D66, considerado liberal de izquierda. El mayor ascenso electoral lo lograría el partido ecologista GroenLinks y la peor derrota los socialdemócratas de PvdA, miembros de la colación de gobierno.
La participación electoral fue la más elevada en tres décadas: 82%. Ahora los holandeses esperan datos del escrutinio oficial y una vez confirmados los resultados, el partido ganador tendrá prioridad para intentar formar una coalición de gobierno a partir de la nueva relación de fuerzas en el Parlamento. Las negociaciones no serán sencillas.
Campaña
La identidad nacional, la inmigración árabe y el papel de la Unión Europea (UE) fueron los temas centrales de la campaña electoral holandesa. Sus dos principales protagonistas, el ultraderechista Geert Wilders y el primer ministro Mark Rutte, se atacaron con fuerza en el último debate televisivo y desnudaron la crisis política que atraviesa al país y el continente.
Wilders, líder del Partido de la Libertad (PVV), quiere cerrar las fronteras para detener la inmigración proveniente de países musulmanes, cerrar mezquitas, prohibir el uso del burka y permitir la detención “preventiva” de musulmanes considerados radicales aunque no hayan cometido delitos. También apuntó que el país está “islamizado” y prometió que en caso de ganar activará un referéndum para decidir si los Países Bajos adhieren o no a la UE.
El primer ministro, del Partido Popular para la Libertad y la Democracia (VVD), busca su tercer mandato presidencial y acusa a su contrincante de “populista”, pero endureció sus posiciones sobre la inmigración y criticó aspectos de la integración europea. El éxito de Wilders fue lograr instalar los temas de debate para la campaña electoral, en la que cobró un enorme protagonismo.
El Parlamento tiene 150 escaños y ninguna fuerza tendrá mayoría propia, por lo que el gobierno quedará definido en función de las alianzas legislativas, terreno en el que Rutte lleva ventaja sobre Wilders. Pese a las diferencias, ambos habían sido miembros de la coalición de gobierno entre 2010 y 2012.
Tensiones con Turquía
El ataque de Wilders al presidente de Turquía y a la población holandesa de origen turco encendió inesperados ataques entre ambos países. El sábado una concentración de turcos en Rotterdam para apoyar a Erdogan fue prohibida por el Gobierno, que además vetó la entrada de sus ministros y funcionarios al país. Turquía respondió suspendiendo sus relaciones de más alto nivel con Holanda y Erdogan acusó al país de “nazi y fascista”. El conflicto no hizo más que azuzar las tensiones xenófobas y las posiciones nacionalistas.
En medio de esta situación los holandeses van a las urnas para elegir la composición del nuevo Parlamento, del que saldrá la próxima coalición para gobernar el país.