Importante huelga general en todo Brasil
Decenas de gremios de todo el país paralizaron este viernes gran parte de las actividades y lograron un apoyo importante en la población, que rechaza de manera casi unánime al gobierno no electo de Michel Temer.
Varios estados del país amanecieron sin transporte público o con los servicios reducidos; escuelas y universidades cerradas; vuelos cancelados; bancos, varias industrias y algunos comercios cerrados; puertos paralizados. Incluso en ciudades como San Pablo la circulación de vehículos fue baja durante toda la mañana y los pocos transportes que funcionaron estuvieron casi vacíos.
La huelga general fue convocada en respuesta a la aprobación por parte de los diputados de una ley de reforma laboral que afecta derechos constitucionales de los trabajadores y da mayor poder a las empresas para imponer condiciones laborales. También tiene como eje el rechazo a la reforma de jubilaciones y pensiones que tramita el Congreso.
Hoy se difundieron además datos oficiales que confirman un aumento del desempleo a 13,7% (14,2 millones de personas) en el primer trimestre del año, cifra que supone casi 2 millones de desempleados más que los que había en diciembre.
Esta jornada de paralización representa la mayor y más contundente medida de protesta registrada hasta ahora contra el gobierno de Temer y los partidos aliados. En distintas ciudades fuerzas nacionales o locales recibieron la orden de levantar cortes de calles y autopistas y detuvieron a manifestantes. Algunos ministros nacionales y alcaldes cercanos a Temer intentaron debilitar y atacar la medida de fuerza, pero fracasaron.
El paro del transporte tuvo enorme fuerza en San Pablo y Río de Janeiro, a lo que se sumó el cierre de la mayoría de las fábricas de la principal zona industrial del país: el llamado ABC paulista. Desde esa base, y sobre la acción unificada de centrales sindicales e importantes gremios, los trabajadores de Brasil lograron una primera respuesta sólida a la ofensiva gubernamental y empresarial en su contra.