Investigación abona tesis del rol de Washington en Siria
Revelaciones del periódico turco Yeni Safak reafirman que Estados Unidos suministra armas a los grupos terroristas que desde hace siete años intentan desmembrar al territorio sirio y acabar con el gobierno de Bachar al Asad.
En un informe con varios datos técnicos y geográficos, el Yeni Safak señala que Estados Unidos suministra armas avanzadas al grupo terrorista Estado Islámico (Daesh, en árabe) en Siria.
Citando a una fuente cercana a las milicias kurdo-sirias apoyadas por Estados Unidos, el periódico afirma que las fuerzas estadounidenses habían entregado municiones y armas a los terroristas en el poblado de Al-Mansura, en el suroeste de Al-Raqa (noroeste de Siria).
La fuente del Yeni Safak es un miembro del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en turco) con nombre en código Davut.
El informe periodístico -que replican los portales RT e HispanTV- señala que Estados Unidos entregó también un cargamento de armas, que incluía proyectiles y municiones, en Al-Tanf, un cruce fronterizo entre Siria e Irak donde Washington tiene una base militar.
La fuente reveló que las armas eran entregadas a través de personas de origen kurdo y árabe aunque en varias ocasiones participaron directamente las tropas estadounidenses.
Agregó que en varias ocasiones los terroristas daban a los estadounidenses a cambio de las armas oro y piezas arqueológicas saqueados en Siria.
La teoría esgrimida por la fuente del periódico turco refuerza denuncias internacionales hechas desde hace años por el Gobierno sirio, por Rusia y por otras fuentes vinculadas con la guerra en Siria.
El Ministerio de Defensa de Rusia denunció en varias ocasiones el plan de Estados Unidos para crear y entrenar en el norte de Siria a un nuevo grupo terrorista bajo su control, compuesto por tropas remanentes de bandas extremistas.
Informes de inteligencia indican que la base militar de Al-Tanf -la misma que revela la fuente del periódico turco- es utilizada regularmente para este fin.
Siria también señaló en varias oportunidades que tropas de Estados Unidos y sus aliados crearon en la estratégica zona de Al-Tanf un «agujero negro» para frenar el avance del Ejército sirio en su reconquista frente a los terroristas.
Según el diario turco, otro lugar de suministro fue una de las aldeas en la zona de Al Bab, donde eran los miembros del PKK los que, supuestamente, entregaban armas y recibían millones de dólares.