Martí y la meditación – Por Orlando Licea
12 mayo, 2019
category: FORO DEBATE
Cada vez que nos aproximamos a un tema cualquiera de los abordados por Martí en su extensa obra no salimos de una sorpresa para entrar en otra. En este caso nos aproximaremos a sus pensamientos acera de la meditación.
Como siempre, Martí no aborda la cuestión aislada, por una parte de otros fenómenos psicológicos y espirituales y por otra de la vida real y concreta, de las luchas y objetivos de los seres humanos que se empeñan en hacer el mundo más justo, más libre, más igualitario, es decir, mejor en todos los sentidos.
Hay tres conceptos diferenciados pero muy relacionados en torno al tema que nos ocupa, meditación, pensamiento e iluminación. La meditación parece ser una función especial, que no todos son capaces de ejercer, el pensamiento por su parte obra en todas las personas aunque no se lo propongan y la iluminación es como un estado especial de la mente capaz de facilitar el cumplimiento de las todas sus funciones y el logro de los objetivos de los seres humanos superiores.
También la espiritualidad y el sentimiento son temas ineludibles cuando de meditación y pensamiento se trata, parece que Martí pensaba que lo sutil se manifiesta en lo grosero, puliéndolo e iluminándolo y que resulta esencial trabajar en ello. Acaso por esto es que los términos amor 3355 veces y pensamiento 1079 son muy frecuentemente utilizados en su obra. Quizá aparte de patria 2842 veces, que fue el motivo esencial de su vida, hayan sido los más frecuentemente utilizados. Curiosamente la palabra cielo fue utilizada 1140 veces en sus obras menos que amor pero más que pensamiento lo que demuestra que la elevación de las cualidades humanas es otra de las ansias martianas. “Sirvió a la tierra y amó al cielo” Al decir de Gonzalo de Quesada su fiel discípulo y a quién debemos la existencia de sus obras completas.
Veamos:
La meditación no produce por sí pensamientos brillantes sino que su función es crear condiciones para que aparezcan, “la mente acapara en celoso silencio todas las varias y diversas impresiones exteriores, y las hierve calladamente al fuego interno,” aquí es donde parece jugar su papel la meditación. La última frase de la cita resulta cuando menos sorprendente “0 será que en nuestro interior se está sentado, como guardián, un consejero intimo, que por nuestros labios revela a nuestra mente las leyes que han de guiarla.” Sólo en la contemporaneidad José Luis Parise ha hecho referencia a la trascendencia de las verbalizaciones habladas para la afinación de nuestras funciones humanas.
“No brotan las mejores ideas de la meditación, sino de la improvisación. Surgen las ideas en la conversación de una manera imprevista y espontánea, involuntariamente, pujantemente. No vienen a remolque de nuestra voluntad, sino que brillan de súbito a nuestros ojos asombrados, como en el Océano Pacífico una tempestad de relámpagos. Son fustas de fuego; no bueyes perezosos. Parece que la mente acapara en celoso silencio todas las varias y diversas impresiones exteriores, y las hierve calladamente al fuego interno, y luego a la menor brisa que sopla sobre el fuego, la llamarada surge, y el humo fragante, fortificante, cargado de savia, asciende, arrebolando con sus colores la tierra, al cielo.
Y esto no es verdad solamente en ideas de orden poético, sino de esfera positiva y experimental. -0 será que en nuestro interior se está sentado, como guardián, un consejero intimo, que por nuestros labios revela a nuestra mente las leyes que han de guiarla.” (OC T22 Pág311.)
Martí no cabe duda, conocía la meditación, la practicaba y hasta escribió de sus posturas, nos dice:
“Con la mano sobre los ojos, medita.” (OC T22 Pág295.)
“Con la mano recogida en ademan de meditación” (OC T10. Pág127.)
La unidad entre lo afectivo y lo intelectual así como el predominio de lo afectivo resulta evidente en la siguiente afirmación:
“Hago con tenacidad de pasión, lo que he meditado con toda la madurez de la razón. La razón debe ser una pasión. Si yerro, no yo, sino quien me dio esta flaca mente, y este tierno corazón, es responsable.” (OC T20 Pág292.)
El uso por Martí de algún tipo de meditación, así como la importancia de la misma, no escapó a la visión martiana.
“Y adormido en la hamaca, que preferí colgar del portal fresco, más que medito, sueño;” (OC T19 Pág56.)
“He meditado y he aprendido” (OC T1. Pág157.)
“Es fuerza meditar para crecer: y conocer la tierra en que hemos de sembrar.” (OC T7. Pág209.)
“Medite, cada uno a solas, en esta fe tranquila” (OC T4. Pág263.)
“A un discutidor.-Yo no discuto jamás. Creo lo que creo firmemente porque he meditado mucho antes de creerlo. Oigo, y si tienen razón, cambio. Pero no tengo soberbia bastante para creer que puedo convencer a los demás, ni humildad bastante para creer que puedan convencerme a mí.” (OC T21. Pág183.)
“Es muy grandioso el mundo. ¡Los hombres espantan; pero meditar en la hermosura universal, aunque sea a propósito de una hormiga que pasa, consuela!” (OC T10. Pág246.)
Obsérvese como la mención a la utilización de la meditación es directa, y también su característica de ser preparadora y no ejecutora, de aquí que no aparte ni detenga los sucesos de la vida.
“Ruéguele que no cargue demasiado con reflexiones,-sobre amargas, generalmente inútiles-estos sucesos de la vida que vienen siempre sobre nosotros a su antojo, -sin que esas meditaciones heladoras los detengan y los aparten de nuestro camino.-Amar sobre todo,-confiar y desdeñar: Esa es tal vez la verdadera vía de vida.” (OC T20 Pág61.) CARTA A MANUEL MERCADO
Veamos como la meditación surge de la emoción. Una y otra vez encontraremos en la obra de Martí indicaciones acerca de lo trascendente y fundamental de lo afectivo y lo espiritual.
¿Y la emoción íntima que siente hervor de vida por las venas, que en larguísima meditación nos sumerge, que rompe en misteriosas lágrimas en arrebatados versos?-; ¿Y la adivinación de los afectos no sentidos?-¿Y la propiedad de los afectos en su expresión? (OC T19. Pág417.)
Y hasta en versos la meditación se refleja:
“En el alféizar calado
De la ventana moruna,
Pálido como la luna,
Medita un enamorado.” (OC T16 Pág89.)
Escribe acerca de la trascendencia de la meditación colectiva y para los grupos de seres humanos
“De Massachusetts son, como de raza acrisolada, en que la facultad de meditar ha venido acendrándose y aquilatándose, los mejores “divinos” como aquí llaman a los sacerdotes, casta atendible en esta tierra, por lo culta, generosa y útil;” (OC T8. Pág427.)
Y caracteriza a los meditadores, siempre seres superiores:
“Pero cuando en la clara medianoche, libre el alma de ocupaciones y de libros, emerge entera, silenciosa y contemplativa del día noblemente empleado, medita en los temas que más la complacen: en la noche, el sueño y la muerte; en el canto de lo universal, para beneficio del hombre común;” (OC T13 Pág138.) Walt Whitman,
“Mas fue siempre a la par que hombre de ciudad, meditador austero.” (OC T15 Pág266.) Sully, poeta francés
“Cierto que ese hombre, que encarna la resistencia meditada, incontrastable y fría a toda merma de la libertad que venga de arriba o a todo envilecimiento de la libertad que venga de abajo, ha de excitar rencores grandes.” (OC T14 Pág48.) Gambetta político francés
“Él era hombre de meditación, de bondad, de seso, y sus mismas perfecciones mentales le impedían juzgar con claridad una época en que entraban en acción pasiones que no le era dable sentir, y a las que buscaba un acomodo que ninguno de los beligerantes deseaba.” (OC T13 Pág294.) George McClellan, el joven general,
“Ya dejando volar y retornar, como águila hecha a mensajes, la mirada magnífica, por las campiñas vastas y los montes que desde sus celdas contemplaba; ya bajándose por sendas estrechas y rugosas, sólo de los desesperados conocidas, a meditar en las sombrías cavernas.” (OC T13 Pág435.) A Dante
Y la meditación es cualidad esencial de la grandeza:
“Cuando ha meditado sobre un asunto, con conocimiento de todos sus detalles, y resuelto sobre él, lleva a cabo lo que ha resuelto.” (OC T10 Pág245.)
“El pensador maduro que realiza con energía lo que ha venido meditando lentamente.” (OC T14 Pág281.)
“Quien no responde a pasajeros impulsos, sino a planes meditados.” (OC T14 Pág231.)
Se medita en diferentes estados de ánimo, aunque pueda usarse la meditación para crearlos, tanto respeta Martí la individualidad y la libertad individual que deja el cambio de estado interior al propio devenir de la meditación.
“Los sentimientos tienen su modestia, y la dignidad de la tristeza es la meditación solitaria.” (OC T14 Pág387.)
Obsérvese el agudo sentido intuitivo de Martí acerca de las condiciones espirituales de los seres humanos de su época, y como ubica a los meditadores acerca del porvenir entre los seres que se sacrifican por los demás.
“Más los que meditan en lo porvenir no tienen tiempo para darse a satisfacer todos los gozos y apetitos de lo presente; y como los hombres no aman de buen grado el martirio, ni son comúnmente seducidos por los placeres solemnes y sumos del propio sacrificio, y pensar en sí esta mas en uso que pensar en 1os demás” (OC T14 Pág387.)
“Que, en esto de lo porvenir, la meditación severa y el frío juicio desvanecen los fantasmas que forjan o el interés tímido, o la ignorancia pretenciosa, o el tembloroso miedo.- Debe hacerse en cada momento lo que en cada momento es necesario.” (OC T20. Pág61.)
Y ¡por supuesto que Martí meditó acerca de la patria y la revolución!
“Es que el aire que a otros asfixia, a nosotros nos avigora. Es que no nos resignamos a vivir sin patria. Es que somos bastante numerosos para contrastar a los que emplean su tiempo en ofenderla. -Es que hemos meditado, y comparado, y dado tiempo a los prudentes para que nos probasen su capacidad para la victoria: y la meditación, por el estruendoso fracaso, han confirmado la decisión del entusiasmo.
Esta no es sólo la revolución de la cólera. Es la revolución de la reflexión. (OC T4. Pág192.)
Y también meditó acerca de su amada América, segunda patria.
“Mucho pensar es, de tener unos cuantos libros sobre la mesa; pero los libros son serios y buenos, y dan orgullo y gozo; y luego, que en meditando en América, los pensamientos se inflaman, relucen, triunfan y caracolean, y son bandera, palma y lava.” (OC T8. Pág319.)
Y para sorpresa mía y espero que de muchos también meditó acerca de los problemas que nos ocupan hoy, acerca de los problemas del mundo:
“En Nueva York cazan a los socialistas por las calles o poco menos; pero en Boston se juntan los pensadores a meditar sobre los males públicos, y una reunión de gente rica y aristocrática declara que las relaciones actuales entre los hombres son bárbaras y temibles, y que es preciso que los ricos de Boston estudien el modo de distribuir mejor la riqueza nacional, porque sobre pilas de votos comprados va mal la república, y no se ha de acabar por levantar aquí los dos montes que se han ido haciendo en todos los pueblos, uno de oro; y otro de cólera.” (OC T12 Pág250.)
“¡Quién, quién no ha meditado,-que del nombre de hombre quiera ser digno, y no arrastre su vida, como su piel un cerdo,- quién no ha meditado en los visibles y afligentes dolores de los hombres; en las desigualdades injustas de su condición, no fundadas en desigualdades análogas de sus aptitudes; en el contraste ilícito, que quema los ojos, de esas existencias de quirites romanos, empapadas de jugos de flores, y en senos de lúbricas famosas y tentadoras sagas adormecidas, y esas otras bestiales existencias, torcidas de manera que las cabezas de los hombres son en ellas meras cabezas de martillo. ¿Quién, de mozo fresco e ingenuo, viendo a ociosos mancebos o a cortejadores viles de doncellas ricas, no ha imaginado manera de anular la herencia, que estimula a la holganza, al egoísmo y al vicio; y la dote, que lleva como de la mano la desventura de la mujer y el rebajamiento del hombre?
¡Quién, con nobles empeños, no ha aderezado a sus solas cuadros de distribución de los productos, de modo que el dueño holgado toque a un poco menos, y el apurado obrero a un poco más? ¡Quién no ha sentido, una vez al menos en la vida, el beso del apóstol en la frente, y en la mano la espada de batalla! ¡Quién no se ha levantado impetuoso, y retrocedido con desmayo, de ver cuánta barrera cierra el paso a los que sin más caudal que una estrella en la frente y un himno en los labios, quieren lanzarse a encender el amor y a pregonar la redención por toda la tierra! ¿Quién no ha reconstruido en su cerebro la “Utopía” de Moro, y la “Occeana” de Harrington?” (OC T5. Pág105.)
Y aunque me salga un poco del tema quisiera terminar con una oscura pero sugerente frase de Martí:
“Hay una gran política universal, y esa sí es la mía y la haré: La de las nuevas doctrinas” (OC T7. Pág98.)
Carta al ministro de relaciones exteriores de Guatemala. Joaquín Macal.
ORLANDO LICEA
orlandoruben@infomed.sld.cu
manicato1@gmail.com