Minga colombiana continúa en asamblea permanente
El anuncio de un acuerdo entre el gobierno colombiano y los indígenas del departamento del Cauca no puso fin a las protestas que se desarrollan desde hace un mes con el lema Minga Nacional por la Vida.
Este lunes, la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) informó a la prensa que la Minga sigue activa y fue declarada en “asamblea permanente” para hacerle seguimiento al cumplimiento de los acuerdos firmados.
“La Minga Nacional por la Vida no culmina. Sigue el fogón de la movilización para ir rumbo al paro nacional, para seguir tejiendo la unidad con todos los grupos étnicos y con todos los colombianos”, declaró el dirigente indígena Luis Kankui, consejero mayor de la ONIC desde 2012.
Durante la conferencia de prensa, esta organización indígena aseguró haber recibido un “trato de guerra” y denunció el asesinato de 118 indígenas desde la firma de los acuerdos de paz entre el Estado y la exguerrilla Farc.
Los dirigentes de la Minga explicaron también los acuerdos firmados en la región sudoeste del país y aclararon que en otras zonas continuarán las protestas activas.
Este martes, el presidente Iván Duque se reunirá personalmente con los dirigentes del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), que mantuvieron protestas durante casi un mes sobre la vía Panamericana esperando ser recibidos por la máxima autoridad del Estado. Uno de los puntos claves es la legalización y reconocimiento estatal de la tenencia de tierra en manos de comunidades indígenas.
De la Minga forman parte pueblos indígenas agrupados en el Cric, los Consejos Regionales del Huila y de Caldas, sectores de la Organización Regional Indígena del Valle del Cauca; también campesinos del Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano (PUPSOC) y el Comité de Integración del Macizo (CIMA), entre otras. Estas organizaciones tienen además fuerte apoyo de algunos sindicatos, estudiantes, consejos comunitarios y organizaciones de otro tipo.
La Minga, el paro y Uribe
Una de las consignas que se instaló con fuerza este lunes es la del paso de la Minga a un Paro nacional, cuyo objetivo es “expresar la inconformidad por el Plan Nacional de Desarrollo, la estigmatización y asesinato de líderes y lideresas sociales… para que el Gobierno cumpla los acuerdos que se han pactado con las organizaciones, comunidades campesinas y étnicas”, según comunicó el Colectivo de abogad@s. Las organizaciones convocantes buscan “seguir tejiendo la unidad con todos los grupos étnicos y con todos los colombianos”, dijo este lunes Luis Kankui.
Otro consejero mayor de la ONUC, Luis Fernando Arias, también ratificó que «la minga nacional por la vida no ha terminado”, y anunció que “por el contrario, se avivan los fogones de la resistencia con las variadas movilizaciones que mantienen los pueblos y organizaciones indígenas en los departamentos de Santander, Boyacá, Caquetá, Putumayo y Meta”.
La principal figura derrotada durante este mes de protesta activa fue el expresidente Álvaro Uribe, quien se despachó a través de las redes digitales una vez que conoció los acuerdos entre el Gobierno y los manifestantes de la Minga en el Cauca.
“En la parte con la que estoy respetuosamente en desacuerdo es en haber firmado”, declaró Uribe en entrevista radial, lo que supone un enfrentamiento al menos coyuntural con Iván Duque, quien llegó a la Presidencia bajo su brazo.
El expresidente buscó por todos los medios calificar a los manifestantes de “terroristas” y evitar cualquier negociación y acuerdo entre las partes, algo que consideraba como una derrota política. “Nunca he estado de acuerdo con firmar con personas que al otro lado tienen infiltrados terroristas y que han cometido acciones criminales”, declaró.
En línea con la postura de Uribe, este lunes la organización criminal Águilas Negras amenazó a los dirigentes indígenas de la minga y los acusó de “terroristas” y “guerrilleros”, a la vez que ofreció 100 millones de pesos por cada líder de la Guardia Indígena.
Contra las amenazas, la Minga Social por la Defensa de la Vida, el Territorio, la Democracia y la Justicia y la Paz sigue su marcha y fomenta la unión de distintos sectores de la sociedad colombiana.
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