Temperaturas y sequías sin precedentes se combinan para los incendios en Chile
Más de 2.600 incendios forestales en los últimos seis meses consumieron 127 mil hectáreas de bosques en Chile y se convirtieron en los peores de los últimos 50 años. El gobierno chileno pidió ayuda internacional para combatir los principales focos de fuego.
Las autoridades atribuyen estos incendios poco frecuentes por su magnitud a una ola de calor sin precedentes, con promedios de 37° en las zonas de mayor riesgo, la sequía que en esta temporada afecta buena parte del territorio y la negligencia humana que provocaron varios focos que luego se vuelven feroces incendios.
La Corporación Nacional Forestal (Conaf), el organismo estatal chileno que ejecuta las políticas contra el fuego, alertó sobre la rapidez con que se propagan los incendios. Según datos de esta dependencia, que lleva estadísticas desde 1963, la superficie devastada por las llamas aumentó más de mil por ciento con respecto al año anterior.
La región más afectada es O’Higgins, en el centro del país. Uno de los peores incendios se registra en Pumanque, unos 210 kilómetros al sur de Santiago, donde las llamadas arrasaron vegetación, plantaciones y varias viviendas. Además de las temperaturas muy altas, la sequía que afecta el centro de Chile desde hace ocho años.
Cerca de 1700 brigadistas de la Conaf, bomberos, militares y brigadas de empresas forestales trabajan desde hace semanas para combatir las llamas de casi un centenar de incendios, principalmente en las regiones Metropolitana, Valparaíso y El Maule, además de O’Higgins. De todos ellos, este sábado 37 se encontraban activos y 53 controlados.
La Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) confirmó que pedirá apoyo internacional fundamentalmente a los Gobiernos de Estados Unidos, Canadá, México, Argentina, Brasil, Uruguay y Perú. Esta información había sido adelantada por la presidenta Michelle Bachelet, cuando afirmó que «ya que prácticamente se ha usado toda la capacidad nacional instalada».
El viernes el Ejecutivo decretó «zona de catástrofe» a dos provincias (Colchagua y Cardenal Caro) de O’Higgins y a dos comunas (Cauquenes y Vichuquén) en la Región del Maule. El ministro de Interior, Mario Fernández, afirmó que «la situación es grave» y que se trata de «incendios como el país no conocía en toda su historia».