Yemen: “descubren” el papel de Washington en la matanza
La mayor carnicería de la monarquía saudí no fue contra el columnista del Washington Post Jamal Khashoggi en el consulado de Estambul. Está en Yemen, país del Golfo Pérsico que padece la mayor crisis humanitaria del mundo en la actualidad. VER: UNICEF AFIRMA QUE YEMEN ES LA PEOR CRISIS HUMANITARIA
Tres cuartas partes de la población de este país necesitan asistencia vital, según información de Naciones Unidas.
Esta semana, el New York Times le dedicó un título central al tema, a través del cual afirmó que con la venta de armas a Arabia Saudita Estados Unidos deja sus huellas en la “carnicería de Yemen”. NOTA DEL NYT
Aviones y bombas fabricados en Estados Unidos, con personal en el terreno para hacer reparaciones y servicio mecánico, y software estadounidense para fijar los blancos de las bombas y ataques, junto a otras tecnologías clasificadas a las que solo tienen acceso los técnicos estadounidenses. Todo está montado para que el piloto saudí -en general son entrenados por la Fuerza Aérea estadounidense- solo tenga que conducir el avión a destino y ejecutar el ataque.
En la oficina de operaciones en Riad, la capital saudí, militares de ese país y oficiales estadounidenses intercambian consejos y monitorean los ataques.
El problema es que esos bombardeos matan decenas o cientos de civiles cada mes e impactan de manera intencional en infraestructura clave para el país. Al menos 1.800 escuelas fueron blanco de estos ataques, por citar un ejemplo.
“Las huellas dactilares estadounidenses están en toda la guerra aérea en Yemen”, concluye el artículo y menciona la cifra de más de 4.600 civiles asesinados por la coalición aérea encabezada por Arabia Saudita (y Estados Unidos en las sombras).
La nota también reconoce que al menos 60 mil personas murieron en la guerra y que el país está al borde de una “hambruna calamitosa”, como hace tiempo advierte la ONU.
“Hay posible complicidad en crímenes de guerra”, plantea también el artículo. Sin embargo, la masacre de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos en Yemen sigue impune, al igual que la complicidad estadounidense.
Estados Unidos vende hace décadas armamentos modernos por miles de millones de dólares a Arabia Saudita, pero dice no poder evitar los crímenes de guerra contra la población civil yemení.
Desde julio que la monarquía saudí eliminó todo tipo de penalidades militares o disciplinarias contra quienes ejecutan operaciones en Yemen.