Indignación en Colombia por el asesinato de un cineasta
La violencia política contra líderes sociales en Colombia se ensaña no sólo con las víctimas sino con quienes las quieren retratar desde el arte o desde otras formas de testimoniar: el director y productor de cine Mauricio Lezama fue asesinado a tiros en el departamento de Arauca.
Lezama había iniciado las audiciones en busca de actores para el rodaje del cortometraje Mayo, un trabajo que contaría la historia de Mayo Villarreal, también víctima de la violencia política
El hecho ocurrió este jueves en el corregimiento La Esmeralda del municipio de Arauquita, en Arauca, uno de los 32 departamentos que, junto a la capital Bogotá, conforman el país sudamericano.
Lezama recibió disparos desde una moto que le provocaron la muerte de forma instantánea y provocaron heridas a otra persona, según el reporte policial.
El cineasta se encontraba en el municipio trabajando en su documental que buscaba retratar a víctimas de la violencia política colombiana, en especial de la lideresa Mayo Villareal, sobreviviente del genocidio de Estado contra la Unión Patriótica.
Unión Patriótica fue un partido político aniquilado entre las décadas de 1980 y 1990 a manos principalmente de grupos paramilitares, extrema derecha armada, con apoyo de sectores políticos y del Estado colombianos.
La Oficina en Colombia de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos emitió un comunicado en el que señala: “Condenamos el homicidio hoy en Arauquita del cineasta Mauricio Lezama, consejero de cine del departamento de Arauca y promotor de derechos de la juventud, la cultura y la paz”.
Lezama obtuvo para filmar su documental un premio otorgado por el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, de Proimágenes y Ministerio de Cultura, en la categoría de “relatos regionales”.,
Precisamente “Proimagenes Colombia» emitió un comunicado en el que «rechaza toda forma de violencia y expresa el sentido pésame a los familiares y amigos del consejero departamental de cine de Arauca, Mauricio Ledezma”.
También la Asociación Departamental de Periodistas de Arauca rechazó el asesinato de Lezama y el atentado en el que también resultó herido el joven Ricardo Laín, quien lo acompañaba.
«Este hecho vil y cobarde demuestra una vez más el alto grado de vulnerabilidad al que estamos expuestos las personas que laboramos por la información y la difusión de las artes en nuestro departamento», señaló el comunicado.
El mismo texto ratificó las denuncias de amenazas de las que han sido víctima trabajadores y trabajadoras afiliados al gremio: «en el presente año han sido amenazados por su trabajo en los medios; Edward Carrillo, periodista de Arauquita Stéreo y corresponsal de Kapital radio en ese municipio, el periodista Phillip Moreno, director de noticias Kapital y corresponsal de Cable Noticias, y el periodista y abogado Daniel Martínez, director del medio digital El Círculo y corresponsal de RCN TV».
Agrega que «a ello se suma el asesinato del comunicador arauquiteño Erick Torres, quien también cayó víctima de las balas asesinas de personajes siniestros que solo buscan sembrar terror y segar la vida de las personas cuyas únicas armas son los micrófonos, las cámaras, las grabadoras y la capacidad para decir verdades y contar historias».
El gobernador del departamento de Arauca, Ricardo Alvarado, aseguró pocos minutos después del homicidio de Ledezma que los responsables serían disidentes de la ex guerrilla de las Farc que no aceptaron la desmovilización.
Pero en Colombia, el poder político y los funcionarios públicos suelen omitir presuntas responsabilidades de la extrema derecha armada en la interminable violencia política que padece el país.
La oligarquía colombiana, que muchas veces financió las actividades de los paramilitares, prefiere hablar de bandas criminales para ocultar el verdadero rol de los grupos paraestatales.
(Este hecho y otros casos de violencia política en Colombia contra líderes sociales los abordamos en nuestro capítulo del ciclo Miradas desde América XXI, en nuestro canal de Youtube).